El maní: un alimento misterioso
El arbusto leguminoso del que proviene el maní se conoce científicamente como arachis hypogaea. Este se viene cultivando desde la época precolombina; los antiguos incas en Perú, por ejemplo, conocían sus beneficios para la alimentación y también lo usaban como moneda de cambio. Fueron los portugueses quienes, desde Brasil, lo llevaron a otras partes del mundo como el continente asiático y el continente africano. Hoy en día, China e India son los mayores productores de maní, seguidos por Estados Unidos.
Propiedades y beneficios del maní
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Contienen vitamina E, la cual fortalece el sistema inmune, aumentando la producción de las células que defienden el organismo de enfermedades.
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Son fuente de proteínas y ácido fólico, una vitamina que sirve para producir células nuevas (particularmente en la piel, el cabello y las uñas).
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Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que contiene ayudan a que se equilibren las tasas de colesterol.
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Contienen fibra y minerales como el magnesio, fósforo y níquel (el cual permite la mejor absorción del hierro).
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Aporta vitamina B, en especial si se consume crudo, las cuales sirven para que el cuerpo obtenga energía.
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Es rico en triptófano, un aminoácido que mejora la producción de serotonina para estabilizar el estado de ánimo y los ciclos de sueño.
- El maní es un ingrediente versátil al momento de cocinar. Además de consumirse como aperitivo o snack, también puede ser usado para espesar o darle sabor a las sopas y salsas. Por otra parte, es el ingrediente principal de la mantequilla o crema de maní, y el aceite de maní puede usarse como sustituto de otros tipos de aceite para saltear.